lunes, 8 de octubre de 2012

Vivir en paz


¿A qué nos referimos realmente cuando decimos que queremos vivir en paz? Llevo días dándole vueltas a esta frase y creo que he sacado unas  cuantas cosas en claro.

En muchas de las discusiones que he tenido con mis padres siempre acababa cerrando la puerta de mi habitación al grito de ¡dejadme vivir en paz! A lo que me refería cuando decía esta frase era que me dejasen hacer las cosas que yo quería, las cosas que a mí me gustaban. Pensándolo mucho, doy gracias a mis padres por tantas veces que me han hecho hacer lo que ellos creían que era lo correcto porque siempre daban en el clavo.

Dándole muchísimas vueltas a este tema me he dado cuenta de que vivir en paz no consiste en hacer lo que uno quiera en el momento que quiera. Para vivir en paz hay que seguir una serie de derechos y deberes y después ya vendrá el disfrute. Cada uno de nosotros tenemos unos derechos y unos deberes que se nos han impuesto como por ejemplo estudiar, hacer las cosas de casa… ¿No es verdad que si uno mismo hace primero estos deberes luego cuando hace las actividades que le gustan, lo disfruta más? En mi caso la respuesta es sí. Muchas veces me ha pasado el dejar a un lado cosas que debía hacer por cosas que me apetecían y en el momento de disfrutar estaba dándole vueltas a las cosas que no había hecho y creándome un agobio innecesario.









Además, creo que para vivir en paz hay que encontrar un equilibrio entre la razón y los sentimientos. Antes, yo creía que debía dejarme guiar por los sentimientos sin pensar en las consecuencias pero a base de “golpes”,  he aprendido que en muchos casos está bien eso de pensar antes de actuar. Dejarse llevar por los sentimientos está muy bien en algunos momentos pero en muchos casos lo que viene después no es tan agradable. Con esto me refiero a que en muchos casos hacemos cosas sin pensar y después de hacerlas nos damos cuenta de que no están bien y eso nos produce agobio, desesperación… no dejándonos vivir en paz. Tampoco basarse únicamente en la razón está bien porque si piensas las cosas demasiado hay veces que dejas de hacer cosas que de verdad son importantes y que te hacen crecer. El dejar de hacer cosas por pensar demasiado puede crear en nosotros pensamientos que nos hacen desesperarnos y no vivir en paz.

Otra cosa importante para vivir en paz según mi punto de vista, es centrarse menos en uno mismo e intentar ayudar a los que de verdad lo necesitan. Creo que cuando ayudas a alguien necesitado, te sientes mejor, más humano y es otra forma por la que puedes vivir en paz.

Todo lo que he ido diciendo son una serie de pautas que en mi opinión hay que seguir para que vivamos en paz pero creo sinceramente que nunca llegaremos a vivir del todo en paz. Con esto me refiero a que siempre hay algo que nos ronda la cabeza y que nos hace estar inquietos, y si no lo hay, nosotros nos buscamos algo por lo qué estar preocupados o agobiados.








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